El arca sin Noé

13 de noviembre de 2020 Esteban Gonzalez

Meditación. ¿Usted que haría?

 

Se imagina usted un nuevo diluvio universal. Los periódicos lo calificarían como la catástrofe del milenio, los geólogos dirían que superaría al “niño” y llamarían a este colosal fenómeno el “abuelo”, dado que sus estudios al parecer, sólo sirven para nominar catástrofes.

 

Imbuidos en este contexto, Dios nuevamente con su infinita misericordia se dispondría a salvar al hombre,esta vez se adaptaría a las circunstancias de los tiempo y se lo pondría más fácil.

 

Les proporcionaría un submarino nuclear, del tamaño de un portaviones de esos de los Estados Unidos, con sus correspondientes divisiones para cada una de las parejas de animales de todo el mundo, con su ventilación asistida, control digital de grados ambiental, con su pasto artificial para crear ambiente, maceteros bien iluminados con riego a goteo etc.Y el así llamado arca no podría estar a la deriva con una paloma como medio de comunicación, para eso están los satélites, claro. Pues el hombre ha creado con su inteligencia cosas justas ¿Para qué impedírselo?

 

Para llamar y buscar a todas las clases de animales, lo haría de una manera rápida y eficaz, bastaría con dejar una reseña de las direcciones de internet de los mayores zoológicos del mundo y en cuestión de minutos su pedido está hecho. La técnica hoy día hace maravillas.

 

Ahora sólo queda encontrar a un hombre justo, claro está, con su correspondiente familia justa. Cosa fácil. En la tierra hoy abundan los derechos del hombre, las cartas magnas, la ONU, el Fondo Monetario Internacional, cientos de organizaciones y fundaciones que trabajan por respaldar al hombre justo por medio de sus decálogos, pocos deberes y muchos derechos.

 

Confrontando a un hombre con las leyes que hoy día se dan para que sea justo, se lo ponemos muy difícil a Dios para que el género humano se salve del diluvio. Según estos parámetros el Noé de hoy día (con su respectiva familia) que podría albergar nuestro arca, podría ser desde un hombre normal en el sentido clásico y natural de la palabra con su esposa e hijos hasta un homosexual con su pareja de hecho, con derecho a abortar, a dar la dulce muerte al suegro o al abuelo cuando este se vea sin fuerzas, a divorciarse y quedarse a convivir con la “amiga”, y ser calificado de justo ante el mundo por haber sido digno usuario de los “derechos” concedidos a la humanidad.

 

¿Se imagina el aprieto en que estaría metido Dios, en países como España o ahora recientemente en Francia? Porque los derechos naturales en la jurisdicción del arca, todos los animales sin excepción lo cumplen y eso que tienen menos cerebro que el hombre. Una de dos, o se cambia la naturaleza de todo ser viviente sobre el planeta, racional como irracional, o el arca se queda sin Noé. ¿Usted que haría?.

 

 

Fuente: Catholic

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